domingo, 30 de enero de 2011

LA ACTIVIDAD FISICA EN LOS PACIENTES CON DIABETES MELLITUS TIPO II



La Asociación Americana de Diabetes ADA en conjunto con el Colegio Americano de Medicina del Deporte ACSM,  hicieron una revisión de sus recomendaciones del año 2000 para este tipo de pacientes. Las cuales fueron publicadas en Medicine and Science in Sports and Exercise and Diabetes Care y que la revista médica de internet, MedScape publicó bajo la autoría del Dr Penny Murata el el 16 de Diciembre del 2010, donde señalaron que la ACTIVIDAD REGULAR DE EJERCICIOS MEJORA:
  • el control de la glucosa en sangre
  • puede prevenir o retrasar la Diabetes Mellitus DM tipo II
  • mejora el control de los lípidos, la presión arterial, los eventos cardiovasculares, la mortalidad y la calidad de vida.
Los expertos señalan que la bondad de la actividad física en la DM radica en la mejoría de la acción de la INSULINA en las actividades de resistencias y aeróbicos en conjunto.

Para los que ya padecen de DM II recomiendan: 150 minutos por semana de ejercicios moderados a fuertes repartidos en 3 días a la semana con no más de 2 días consecutivos entre la actividad aeróbica, el cual debe ser de un 40 a 60 % de la capacidad aeróbica máxima del paciente. Así como también recomiendan el entrenamiento de resistencia con una regularidad de 2 a 3 veces por semana y no en días consecutivos y dirigido por un Personal Trainer. Este debe vigilar la glicemia (azúcar en sangre), la presión arterial, lípidos o grasas y los riesgos cardiovasculares y sobretodo evitarle las lesiones. Es muy útil el uso de Pedometer.

Efectos a largo plazo de la actividad física
  1. El entrenamiento aeróbico y de resistencia mejora la acción de la insulina, la glicemia, y la oxidación y almacenamiento de la grasa en el músculo.
  2. Los ejercicios de resistencia o fuerza mejoran la masa muscular.
  3. La actividad física podría reducir el colesterol malo LDL, pero no aumenta el colesterol bueno HDL o reduce los niveles de triglicéridos TG.
  4. La combinación de pérdida de peso y actividad física vs actividad física sólo podría tener mejores efectos sobre los lípidos.
  5. La actividad física mejora la presión sistólica más que la diastólica en DM II.
  6. La actividad física y el fitness están relacionadas con una reducción de los riesgos para todas las causas y la mortalidad cardiovascular.
  7. La actividad física y el fitness pueden disminuir los síntomas depresivos y mejorar la calidad de vida relacionada con la salud en los pacientes con DM tipo II.


sábado, 22 de enero de 2011

ES LA FRUCTOSA DAÑINA PARA LA SALUD DE LOS HUMANOS?



La fructosa es un azúcar natural que se encuentra en muchas frutas y es de gran consumo en las sociedades occidentales principalmente como edulcorante. La fructosa produce menos saciedad (sensación de llenura) y es más lipogenética o formadora de grasa que otros azúcares.

Razones por los cuales la ingesta de fructosa es de preocupación en la ciencia médica:
Según datos epidemiológicos, cuando en la década de los 80´s se sustituyó la sacarosa como edulcorante de las bebidas carbonatadas por la fructosa derivada contenida en el sirope de maíz, el aumento en el consumo de estas bebidas fue paralelo al aumento de la obesidad sobretodo en Norteamérica.
Estudios en ratas, inyectadas con fructosa dietética produjo un aumento de los triglicéridos TG y del colesterol VLDL. Existe una relación positiva entre la fructosa y los niveles de ácido úrico.
Aunque todo esto ocurre en animales de experimentación, en humanos necesitamos más evidencias y por ejemplo la hiperuricemia sólo ocurre en pacientes gotosos.



La ingesta de fructosa y glucosa actúan de forma inversa a nivel cerebral y los centros hipotalámicos de la Malonyl-CoA, que rigen la saciedad y el hambre. Se observó que al inyectar la fructosa se producía una disminución de la Malonyl-CoA hipotalámica induciendo a un mayor consumo. Por el contrario la glucosa la aumentaba generando un efecto de saciedad o llenura. Lo que está en duda es, si la ingesta por vía oral genera ese mismo patrón fisiológico, (necesitamos más estudios en humanos).
En el ejercicio, cuando se ingiere bebidas con fructosa y glucosa la absorción intestinal intestinal que si se ingieren separadamente. La fructosa no necesita transportador con ATP ni mediadores de NA, lo que conlleva una carga masiva de fructosa al Hígado donde se metaboliza en exclusividad y estimula el glucógeno hepático. La fructosa ingerida antes o durante el ejercicio facilita una mayor disponibilidad de glucosa para el músculo que se ejercita.

Por los estudios que tenemos en humanos hasta ahora y por la últimas publicaciones acerca de la fructosa podemos aseverar que este azúcar no es tan dañino como se ha querido presentar. Aunque sí sabemos que inducen al consumo, sobretodo de una gran cantidad de productos altamente calóricos que conllevan a la Obesidad y a los trastornos metabólicos.
Estas últimas publicaciones a las cuales nos referimos, Revisiones por Evidencias concluyen: de la FDA (Food and Drug Administration), que la fructosa no produce cambios biológicos relevantes en los TG o el peso corporal cuando se consume por debajo del 95% del percentil estimado de su ingesta. Otras revisiónes de Tappy and Le señalan: que el consumo moderado de fructosa puede que no produzca efectos adversos en humanos y en segundo lugar, que no hay evidencias directas que la fructosa derivada del sirope de maíz HFCS produzca cambios metabólicos por encima de la sacarosa.

Artículo que sintetizamos del publicado en MedScape por Salwa W Rizcalla el 12 de Enero del 2011.