jueves, 10 de septiembre de 2009

LAS GRASAS ¨BUENAS Y MALAS¨


En las últimas décadas se le ha inculcado en la mente de las personas, un temor a las grasas hasta el punto de creer que debemos consumir la menor cantidad de grasas posible o en el peor de los casos no consumir grasa en absoluto como indicación de una “mejor y más saludable” alimentación, para así evitar enfermedades como, trastornos cardiovasculares, del hígado, de los riñones, del cerebro, diabetes, etc., etc.
L a industria alimentaria ha jugado un papel protagónico en la propagación de éste falso concepto, cubriendo así lo que verdaderamente está afectando a la población mundial con el procesamiento de los alimentos y refinamiento de las grasas, que representa grandes intereses económicos.
Si revisamos la composición del cuerpo humano, nos damos cuenta que un 60 % es agua. El cerebro humano es aproximadamente 60 % grasa (peso seco). Nuestros aparatos y sistemas están compuestos por células, las cuales están recubiertas de una doble membrana grasa e internamente poseen organelos hechos de grasa. Muchas de las hormonas, neurotransmisores y otras substancias activas del cuerpo están hechas de grasa por lo que, las grasas son sumamente importantes en nuestra dieta. La pregunta obligada sería – qué grasa consumir?
Existen grasas saturadas cuyo origen es principalmente animal y se encuentran en las carnes, aves, leche y derivados, huevos, etc., las cuales han sido catalogadas como causantes de muchas enfermedades y la industria alimentaria rápidamente procede a facilitarnos una amplia gama de productos sintéticos substitutos, margarinas y otros.


Existen grasas no saturadas, cuyo origen es mayormente vegetal (Omega 3 y Omega 6) y están consideradas por todos como las más saludables. De nuevo la industria alimentaria aprovecha para suministrarnos una gran cantidad de esos aceites y grasas procesadas y que hoy son la preferencia para cocinar los alimentos. Anteponiendo el uso de las grasas saturadas que son las verdaderas grasas para uso en la cocina porque soportan las altas temperaturas y el calor sin afectarse su composición química, entre ellas están, la grasa de cerdo (manteca), grasa de pollo, mantequilla, grasa de pato y el aceite de coco cuyo origen es vegetal pero que por su composición química es excelente para cocinar. Lo que las personas desconocen en relación a las grasas y aceites procesados es, cómo fueron procesados y qué contienen? Posiblemente habrán oído mencionar la hidrogenación de las grasas, las grasas parcialmente hidrogenadas que las contienen la mayoría de dulces, chocolates, panes, helados, pudines y un sin número de productos más, consumidos a diario por la población en grandes cantidades.
Por otro lado, están las grasas-trans que también forman parte de la mayoría de los alimentos procesados y que ocasionan gran daño a la salud del consumidor ya que, produce en el aceite natural una transformación del mismo que lo hace incompatible con el organismo, ocasionando así una serie de dolencias aterogénicas y enfermedades degenerativas, entre otras.-