sábado, 1 de agosto de 2009

LAS BONDADES DE LA CARNE DE CERDO



La carne de cerdo para los consumidores habituales de éste tipo de proteína animal, podemos asegurarles que es un alimento saludable
siempre que se elijan las piezas magras y no se abuse en las cantidades ni en la frecuencia y además es coherente con una dieta equilibrada y saludable.



La carne de cerdo se le ha etiquetado como la de mayor contenido en colesterol, lo cual no es cierto y lo comprobamos comparándola con la de productos muy ricos en colesterol, como la yema de huevo (250 miligramos por unidad); la mantequilla (250 mg/100 g), o el queso seco o semiseco (unos 100 mg/100 g). La carne magra del cerdo contiene entre 60 y 80 miligramos de colesterol por cada 100 gramos, un nivel más bajo que el de algunas carnes de cordero y vaca.
El cerdo posee, además, interesantes propiedades nutritivas, si bien debemos limitar el consumo de despojos y vísceras, como hígado, riñones o sesos, por su elevado contenido de colesterol (entre 300 y 400 miligramos por cada 100 gramos. Su contenido proteico es de aproximadamente 18 a 20 gramos por cada 100 g.

Los cortes de carne de la parte trasera y delantera tienen una gran diferencia en calidad, ya que la primera contiene mayor cantidad de músculos con menos tejido conectivo (colágeno) que dificulta su digestión y absorción.

48 por ciento de los ácidos grasos de la carne de cerdo son monoinsaturados. También ésta carne es muy útil para el seguimiento de dietas equilibradas por lo dicho anteriormente y porque predomina los ácidos oleicos que contribuyen a bajar el LDLc (colesterol malo) y a ligeramente subir el HDLc o llamado también colesterol bueno.

La carne de cerdo junto a la del ganado vacuno son las de más bajo contenido en purinas lo cual favorece el control del ácido úrico.
No contiene acido fólico. El hierro es hemo que es de muy fácil absorción.

La carne de cerdo magra, cada 100 g tiene, 275 calorías, 17 g de proteína, 23 mg de grasa, 2.5 mg de hierro y 190 Ui de vitamina A, según los resultados de Consumers.es.
Los ácidos grasos insaturados son líquidos a temperatura ambiente, de ahí que los buenos jamones goteen. Los cerdos de raza blanca pueden variar su proporción de grasas si se les alimenta con maíz o soja, ricos ambos en grasas insaturadas.
Basándome en los datos arriba mencionados y la tabla de valor nutritivo de los alimentos del libro de Nutrición y Dietoterapia de Krausse, realicé el siguiente ejercicio utilizando como guía la ración que generalmente usamos con nuestros pacientes. Tomando 3 cortes de la carne de cerdo muy comúnmente usados pero sólo la parte MAGRA, obtuvimos los siguientes resultados donde el 45-48 % son ácidos grasos monoinsaturados, datos que guardan similitud con los obtenidos por otras fuentes. En cuanto a los ácidos grasos: 4 onz de chuleta (lomo) tiene 265 calorías, proteína 37 g; grasa saturada 4 g; grasa monoinsaturada 5.5 g y grasa poliinsaturada 1.4 g.
El jamón de pierna 4 onz. tiene: 243 calorías, 32 g proteína, grasa saturada 4.3 g y grasa mono y poliinsaturada 5.8 g y 1.6 g respectívamente.

Recomendaciones dietéticas

• Eliminar la grasa visible (grasa de cobertura).
• Desgrasar, antes y después de la cocción, las carnes en salsa y los caldos. Preparar la carne guisada de víspera, y guardarla en frío para que la grasa solidifique. De esta manera, se podrá eliminar fácilmente la grasa que queda concentrada en la superficie de la salsa o caldos.
• Los embutidos que están en la nevera se han de sacar una hora antes de servirlos para que pierdan el frío y recuperen aromas y presencia física.
• Las personas con alteraciones de lípidos (hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia) han de consumir exclusivamente carnes magras, incluida la de cerdo, y reemplazándolas por pescado con la máxima frecuencia posible.
• En caso de hipertensión arterial severa, tenemos que reducir el consumo de carnes en general y eliminar de la dieta embutidos, salazones y adobados, ya que además del sodio de la carne, se les adiciona sal para su conservación. La sal retiene agua, que provoca una elevación de la presión sanguínea.-
Dr. Vicente A Santana Sorí
Médico Nutriólogo Clínico
02/12/2005.

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