Amigo lector!, permítaseme una vez más compartir con usted mi asombro al carácter sorpresa que le dá el periódico dominical Primicias del 11 al 17 de Abril del presente año, página 7, a las aseveraciones de eminentes figuras del área de la salud de la R.D. como son: los doctores, Clemente Terrero, Bernardo Defilló y Hector Mateo acerca de la Baja calidad académica y vocacional de nuestros nuevos médicos, como así lo tituló el periodista Mario Rivadulla, en su espacio "El Tiro Rápido".
¿Por qué mi asombro?, si esto es una noticia "requete" conocida incluso desde mis días de estudiante (década de los 80´s), en la hoy dormida Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, UNPHU, donde para ese momento estos distinguidos señores y mis profesores, conocían de esa gran deficiencia que existía en nuestras universidades y la producción de una gran cantidad de profesionales del sector salud en sentido general, no tan sólo de los médicos, sino de enfermeros (as), técnicos, bioanalistas y odontólogos (as) con baja formación académica y pobre o ninguna relación médico-paciente, cómo es que ahora se resalta como si fuese una noticia de actualidad, como si fuese una novedad, como si fuese que es una deficiencia de los centros educativos de este nuevo siglo 21, claro que no, mi amigo lector. Si bien es cierto, que todavía prevalecen innúmeras deficiencias en todas nuestras universidades tanto pública como privada, tampoco es menos cierto que tenemos hoy día centros educativos con más alta tecnología y un personal docente nativo como extranjero más calificado.
Con todo el respeto que se merecen los doctores Terrero, Mateo y Defilló, a mi entender, no le veo la importancia a la "denuncia", si es que eso era lo que se pretendía con esas declaraciones. Me parece, que son declaraciones demagógicas, sin ningún sentido y como se dice, "haladas por los pelos". El señor Rivadulla asocia estas declaraciones a la externada por la señora ministra de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo, de que, -no debe permitirse la apertura de más centros educativos regionales donde no se formen adecuadamente los recursos humanos. Obsérvese bien, regionales, lo cual merece todo mi apoyo aunque, tampoco es una declaración que impulsa ni aporta nada al crecimiento de nuestro sistema educativo, más bien lo veo, como una declaración oportunista para estos tiempos de contienda electoral.
Yo considero, que actualmente tenemos profesionales médicos y médicas mejores preparados y con mayor capacidad académica que en el pasado; que la vocación médica esté en dudas, quizás desde el punto de vista de la época en que se formaron nuestros queridos profesores, si, donde no había nada y se exigía del profesional una entrega total incluso de su misma persona que ponía en riesgo hasta su integridad física y mental, asi como de su familia. Desde ese punto de vista, no creo que actualmente haya vocación profesional, pero no solamente en la medicina, sino en ninguna de las áreas de formación profesional de nuestros jóvenes de hoy. Y esto, es sencillo de explicar y entender; y por qué no lo entendemos y mejoramos nuestro sistema educativo y de salud, porque estamos hoy pensando como los inicios del siglo pasado, y no nos damos cuenta que...SIMPLEMENTE EL MUNDO CAMBIÓ SEÑORES, CAMBIARON LAS PRIORIDADES, CAMBIÓ LA FORMA DE COMUNICARNOS, DE DIVERTIRNOS Y HASTA DE ENAMORARNOS. Y aunque yo personalmente no estoy de acuerdo con algunos de estos cambios, los acepto, pero nuestra contribución a esta nueva generación, no es ir en contra de los cambios, sino en proporcionarles las herramientas para que los mismos no se deshumanizen y que la relación médico-paciente sea más provechosa para ambos.
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